Grupos sociales y campesinos del país marcharon este miércoles en rechazo a las medidas coercitivas unilaterales y el secuestro del diplomático Alex Saab, ambas acciones ejecutadas desde la política injerencista de los Estados Unidos (EE.UU.).
Los manifestantes solicitaron el cese del bloqueo que ha deteriorado la seguridad alimentaria del país y pidieron además la liberación del diplomático Alex Saab, blanco de los ataques contra el Gobierno y el pueblo venezolano.
También fue consignado un documento en la oficina de la Organización de Naciones Unidas (ONU) de Caracas, donde rechazan las acciones arbitrarias de EE.UU. hacia la nación bolivariana que involucra el secuestro del avión de la empresa Emtrasur mientras cubría una ruta en Argentina.
Los representantes campesinos solicitaron ante las Naciones Unidas el cese definitivo del bloqueo, “cumplimos nuestro primer sueño, unir a los campesinos y solicitar el cese del bloqueo y liberación de nuestro diplomático Alex Saab, que el mundo nos escuche”.
El informe especial de la ONU sobre las Medidas Coercitivas Unilaterales (MCU) detalla que desde diciembre de 2014 hasta marzo de 2019, se dictaron 38 instrumentos que aplican MCU contra Venezuela, principalmente desde EE.UU., Canadá, la Unión Europea, Suiza y Panamá.
Derechos Humanos
Además, un informe de la asociación venezolana Sures, dedicada al estudio, promoción, educación y defensa de los derechos humanos, sobre las medidas coercitivas unilaterales y su impacto sobre los derechos humanos en el país establece que “el bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por EE.UU. contra Venezuela genera un impacto de grandes dimensiones en la economía de nuestro país, en su desarrollo social y, sobre todo, en posibilidad del Estado de importar bienes de primera necesidad para el Pueblo venezolano, entre ellos, alimentos, medicinas e insumos para los servicios de salud”.
Asimismo, el documento de Sures señala que “las medidas coercitivas unilaterales, más allá de obstaculizar las funciones públicas de representantes del Estado, privan a la población de los productos básicos que son importados al país, entre estos, alimentos y medicamentos de primera necesidad. Por tanto, en la Comunidad Internacional se estima prima facie que todas las medidas coercitivas unilaterales aplicadas contra un Estado amenazan y/o vulneran los derechos humanos de quienes habitan en su territorio”.