En su intervención en el 78° período de sesiones, el canciller de la República Bolivariana de Venezuela, Yván Gil, denunció la persecución de diplomáticos en el mundo y exigió la liberación inmediata del Enviado Especial de Venezuela, Alex Saab, secuestrado por el gobierno de Estados Unidos (EE.UU.).

“Este tipo de persecución pone en riesgo la seguridad e integridad de todos los enviados diplomáticos del mundo, sin importar su nacionalidad”, destacó Gil desde el podio de la ONU, en Nueva York.

En un tono de profundo cuestionamiento, el canciller resaltó que aquellos que proclaman defender las libertades, se convierten en perseguidores de quienes desafían las narrativas imperiales.

Gil enfocó su atención en quienes, bajo la bandera de la democracia, a menudo activan mecanismos para erosionarla o limitar la libertad de expresión. Como ejemplo de esta persecución política, mencionó el caso de Julian Assange, un símbolo de la resistencia frente al intervencionismo imperialista.

“Quienes dicen defender la democracia activan mecanismos de juicio y agitación política para revertir procesos democráticos o para acortar la libertad de expresión”.

Desde el estrado de la ONU, Gil hizo un enérgico llamado a todas las naciones a unirse en la condena de estas prácticas y a defender los principios fundamentales de respeto mutuo y diplomacia en las relaciones internacionales. “Desde la ONU, hacemos un llamado a todos los países a rechazar esta defensa frágil”, agregó.

Zona libre de sanciones

El canciller subrayó que Venezuela está dispuesta a desempeñar un papel fundamental en la búsqueda de soluciones a la crisis global. En particular, se refirió a la seguridad alimentaria y energética como áreas en las que esta nación puede contribuir de manera significativa.

“Señor presidente, proponemos el establecimiento de una zona libre de medidas coercitivas unilaterales en la que podamos realizar nuestras transacciones financieras y pagos internacionales, permitiéndonos garantizar inversiones directas y el comercio legal entre nuestras naciones sin riesgos ni impedimentos arbitrarios o punitivos por parte de las potencias occidentales”, expresó con firmeza.

El canciller concluyó su discurso reafirmando el compromiso inquebrantable de su gobierno con la lucha contra la pobreza, la promoción de la justicia social y la defensa plena de los derechos humanos.

A pesar de las adversidades, destacó el resurgimiento de la economía venezolana, respaldado por cifras proyectadas de crecimiento que superan ampliamente a otros países de la región, tal como lo ha confirmado la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y otros organismos especializados.