El mundo está siendo testigo de cambios acelerados en la geopolítica actual, una sucesión de hechos interconectados que producen consecuencias devastadoras para la humanidad, es decir, un “efecto mariposa”.
Esas consecuencias se habían predicho décadas atrás, con el creciente irrespeto de las normas internacionales y su aplicación selectiva, augurando los hechos actuales, del mismo modo en que hoy se advierte que la creciente emisión de gases de efecto invernadero generarán consecuencias irreparables para la vida en el planeta.
Los ejemplos saltan a la vista: el genocidio por parte de Israel contra el pueblo Palestino es una clara demostración de la inobservancia de esas alertas que generan anarquía internacional, impactando sobre las relaciones políticas, económicas, sociales y en general sobre el orden ya establecido.
El secuestro del diplomático Álex Saab es otro ejemplo de esto, un caso que también viene avisando de los peligros de transgredir las normas en materia de relaciones diplomáticas, y que tampoco escapa de ser influenciado por los acontecimientos internacionales.
Desde que inició su detención ilegal hace tres años, con el desarrollo de falsas narrativas en su contra, se advirtió que se trataba de un caso claramente político, que estaba siendo usado por los Estados Unidos como una forma de perpetuar su política de agresión y chantaje contra Venezuela, pero en aquel momento, el escenario mundial era distinto.
Estados Unidos pasó de la etapa de “máxima presión” contra Venezuela con la aplicación extraterritorial de leyes, imposición de 930 medidas coercitivas unilaterales, intento de cerco diplomático, el reconocimiento de un ficticio presidente interino y, en general, de poner “todas las opciones sobre la mesa” a tener que aceptar que con Álex Saab y Venezuela esas estrategias fallaron para entender que la vía del diálogo y la negociación es el camino.
Hoy, cuando se cumplen 761 días desde que Estados Unidos se lo llevó secuestrado a su territorio y 1.252 días desde que Cabo Verde se vendió para ejecutar su primer secuestro, la influencia de los acontecimientos mundiales, la presión de los propios estadounidenses y el creciente apoyo mundial a la causa por su libertad hace que, aún entre sus detractores más crueles, se corra el rumor de la pronta libertad para Álex Saab.
Por: Indhriana Parada. Publicado en Últimas Noticias